viernes, 17 de abril de 2009

La mirada etnográfica: Les Maîtres Fous.

Me parece en particular un filme impactante pues explora aspectos desconocidos de la psicología humana, como observar fenómenos paranormales, hechos que no estamos acostumbrados a ver.

La película tiene un corte lineal que funciona pues comienza dándonos un contexto espacio temporal, vemos la cotidianidad de los personajes en un día de trabajo normal, sin embargo de pronto descubrimos que existe un aspecto escondido y siniestro dentro de ellos.

Después de sus labores se reúnen a "jugar" un juego de personificación, como cuando de niños solíamos jugar a adoptar papeles de personajes de películas, historias épicas con héroes y villanos. El juego de los Hauka llegá más allá. Entran en un trance verdadero, donde ellos son personajes de la colonia francesa, y dentro de ella respetan jerarquías.

El movimiento Hauka, más que preocupar por cuestiones místicas y propias de desconcierto, llamó la atención por ser una crítica social y fue silenciado por ser una ofensa a las autoridades francesas. Los miembros podían semejar maneras de vestir, expresarse y tal era la conexión que podían hablar inglés o francés.

La presencia del narrador es una imagen contraria a la de Rouse, puesto que su voz se mantiene impersonal, narrando seca y golpeadamente lo que está sucediendo. La imagen podría llegar a ser cruel si contraponemos las fuertes imágenes de los miembros de la tribu sacando espuma de la boca, moviéndose espasmódicamente, facetas humanas muy primarias, mordiendo la carne <>, escurriendo sangre.

Todo el film tiene un sentido estricto de documentar dichos rituales, sin embargo me parece que el 'giro de tuerca' se hace evidente cuando un personaje lanza un huevo a la cabeza de la escultura del gobernador, y Rouge la contrapone con una imagen del sombrero con plumas de color blanco y amarillo en un desfile militar real. He ahí el punto clave de todo, de la crítica, del mimetizarse de esa manera.

Rouge elabora un ejercicio muy complejo para acercarse a los Hauka, menciona la diversidad del lenguaje cinematográfico, y la relación realizador-cámara. Reconoce que a pesar de hacer un trabajo realista, está conciente de los límites de la lente, del sonido, del montaje, etc. Se involucra como Flaherty en Nanook of the north, los Hauka se prestan para ser observados y Rouge ataca con la cámara. Experimenta toda la energía vívida al presenciarlo en vivo. Guarda el reflejo en el celuloide y lo vuelve a proyectar como si reviviera la realidad.

El siguiente es un fragmento de un film que fue sucesor de Les Maîtres Fous, donde se describe la transformación del juego de cricket en las islas Trobriand, en Papua Nueva Guinea. Es un ejercicio de mímesis muy interesante.

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